Siempre frescas y
“cómplices” de una buena silueta, aquí van diez opciones para alimentarse rico
y sano.
- Clarín
- 14 Dec 2016
- Gimena Pepe Arias gparias@clarin.com
En verano no hay nada mejor que comer una
ensaladita. Fresca y liviana, que mate el hambre pero que no nos deje esa
sensación de pesadez que junto con el calor ago- biante puede ser fatal. Hace
tiempo ya que las ensaladas dejaron de ser un acompañamiento y pasaron a ser un
plato principal con todas las letras. Un plato de vegetales, y por qué no con
algo de carne en menor proporción, junto a un buen aliño puede ser una comida
nutritiva y contundente. No hay una receta magistral: todos los vegetales son
bienvenidos. Pueden estar crudos (eso sí: muuuuyyy bien lavados), hervidos,
grillados, horneados, glaseados o con cualquier método de cocción.
Y hay que animarse a maridajes que quizá
hubiesen espantado a nuestras legendarias nonas, amas de la cocina tradicional.
Las frutas otorgan frescura y sabor. Aunque suene raro, ¡el durazno con la
rúcula y el mango con el tomate se llevan maravillosamente!
En el caso de las legumbres (garbanzos,
lentejas, porotos), además de un mix de sabores profundos, aportan vitaminas y
minerales y una gran sensación de saciedad. Por eso, si la idea es que este
plato de vegetales, repleto de colores y sabores, llene bien la panza, se puede
recurrir a ingredientes más pesados, como unos ñoquis fritos y tostadas de
focaccia (pan italia- no) como las que lleva la ensalada “Galván” creación del
chef Nacho Castro.
En cuanto al dressing, ese toque que
“viste” y refuerza el carácter de la ensalada, hay que decir que la clásica
vinagreta ya pasó de moda. Ahora, a esa base de aceite y medio ácido más sal y
pimienta, se le agrega crema, jugos o pulpas de frutas, miel y aderezos como
mostaza o mayonesa. Es importante aderezarlas en el momento en que se van a
servir, ya que con el paso del tiempo las verduras de hoja empiezan a perder su
rigidez. Las semillas aportan la sensación crun
chi, esa crocantez antes ausente en el
rubro ensaladas, aparte de sumar su propio sabor. Es conveniente agregarlas
tostadas ya que es ahí cuando desprenden todo su aroma.
No te vas a arrepentir, hacé el esfuerzo.
Trata de evitar la tentación de pedirte una milanesa con papas fritas y dale
una chance a cualquiera de estas 10 ensaladas. Están buenísimas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario