Dátiles de calabaza. Empanado de avellana. Homenaje sutil a un clásico viejuno. ¿A quién se le puede ocurrir algo así? Pues a la lectora que ganó el concurso 'Escuela de cocina', estrella invitada en este vídeo.
Aunque a veces dais mucho la tabarra con vuestras quejas, debo reconocer que la mayoría de los lectores habituales de El Comidista sois gente maja. Un poco tocagónadas, pero en general, maja. Así lo demuestra el entusiasmo con el que 300 de vosotros habéis participado en nuestro último concurso, en el que regalábamos los 18 libros de Escuela de Cocina, el coleccionable que ofrece EL PAÍS cada domingo.
El reto era inventar recetas con tres ingredientes muy otoñales: calabaza, bacon y avellanas. Y con lo que nos habéis enviado, tendríamos para comerlos de formas diferentes cada día durante casi un año. Entre el aluvión de pastas, arroces, muffins e invenciones descabelladas varias, destacaron tres tanto por su originalidad como por su sencillez: la crema de calabaza caramelizada de Miguel Ángel Treviño Avellaneda; la calabaza brava de Javier Valverde Pascual y, sobre todo, los falsos dátiles con bacon de Natalia Gallench Pons.
Los tres recibirán en sus casas el lote completo de Escuela de Cocina, pero además, tal como prometimos en su momento, hemos grabado un vídeo con la receta que más nos ha gustado, que es la de Natalia. ¿Que por qué nos gustó? Pues porque recupera un clásico viejuno como los dátiles con bacon dándoles una vuelta calabacera. La propia Natalia se acercó amablemente a la grabación para explicarnos por qué demonios se le ocurrió hacer algo semejante: si queréis verla en acción y de paso descubrir una receta fácil, diferente y perfecta para un aperitivo, no tenéis más que darle al play.
Dificultad
Como dijo la propia autora, "para estudiantes que comparten piso".
Ingredientes
El reto era inventar recetas con tres ingredientes muy otoñales: calabaza, bacon y avellanas. Y con lo que nos habéis enviado, tendríamos para comerlos de formas diferentes cada día durante casi un año. Entre el aluvión de pastas, arroces, muffins e invenciones descabelladas varias, destacaron tres tanto por su originalidad como por su sencillez: la crema de calabaza caramelizada de Miguel Ángel Treviño Avellaneda; la calabaza brava de Javier Valverde Pascual y, sobre todo, los falsos dátiles con bacon de Natalia Gallench Pons.
Los tres recibirán en sus casas el lote completo de Escuela de Cocina, pero además, tal como prometimos en su momento, hemos grabado un vídeo con la receta que más nos ha gustado, que es la de Natalia. ¿Que por qué nos gustó? Pues porque recupera un clásico viejuno como los dátiles con bacon dándoles una vuelta calabacera. La propia Natalia se acercó amablemente a la grabación para explicarnos por qué demonios se le ocurrió hacer algo semejante: si queréis verla en acción y de paso descubrir una receta fácil, diferente y perfecta para un aperitivo, no tenéis más que darle al play.
Dificultad
Como dijo la propia autora, "para estudiantes que comparten piso".
Ingredientes
- 800 g de calabaza
- 200 g de bacon cortado fino
- 200 g de avellanas
- 4 cucharadas de miel
- Especias al gusto (pimentón, chile, curry, nuez moscada, comino...)
- Aceite de oliva
- Sal
- Calentar el horno a 200º.
- Pelar, despepitar y cortar la calabaza en tacos no muy grandes que sean más o menos de la misma forma y tamaño. Usar los retales para otros platos (se pueden asar con los taquitos y después usarlos como te dé la gana).
- Untar los trozos con aceite y salarlos.
- Asar la calabaza en el horno a 200º unos 20 minutos o hasta que esté hecha pero no pasada.
- Mientras se enfría, picar las avellanas.
- Añadir comino, pimentón, nuez moscada o las especias que te gusten a la miel, y diluir con un poco de agua.
- Untar la calabaza en la miel.
- Rebozar los trozos de calabaza con la avellana picada y envolverlos con bacon, fijándolos con un palillo.
- Pasarlos por la sartén sin aceite a fuego suave hasta que el bacon esté dorado. Si se quieren dorar bien por todos los lados, sacar el palillo, méterlo por el otro lado y devolver a la sartén.
- Darles brillo con unas gotas más de miel diluida y servir.
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