viernes, 7 de julio de 2017

Tarta de plátano, chocolate y avellanas



Info.


Ingredientes para Tarta de plátano, chocolate y avellanas

  • Para la masa quebrada:
  • 400 gr. de harina de trigo todo uso
  • 200 gr. de mantequilla muy fría, cortada en cuadraditos
  • pizca de sal
  • 100-120 ml de agua muy fría
  • Relleno: 4 plátanos, maduros
  • 100 gr. de chocolate negro 70% Valor sin azúcar
  • 100 gr. de avellanas picadas
  • Para la decoración: 1 de clara de huevo; 10 gr. de cacao puro en polvo Valor sin azúcar, 10 gr. de harina, 15 gr. de azúcar glass, 15 gr. de mantequilla, en pomada (blandita)

El pasado fin de semana ha estado lleno de celebraciones, por un lado nos hemos juntado con la familia para el cumpleaños de mi padre, un joven de 70 años que está en lo mejor de la vida.
Y por otro celebramos que tenemos un nuevo libro en las librerías: “Postres de rechupete“. Para ello elegimos la bodega de mi padre en La Forraqueira, un precioso rincón de La Ribeira Sacra que se ha convertido en el lugar de reunión habitual cuando vamos a Ourense.
Siempre tuve curiosidad por las masas, hojaldre, sable, brisa o quebrada… es cierto que el mercado nos ofrece la oportunidad de dedicarnos a una receta sin preocuparnos de la masa ya que se venden todas ellas y en muchos casos son bastante aceptables. Pero cuando tengo la oportunidad siempre me gusta hacerlas, en esta ocasión le tocó el turno a la masa quebrada. Su origen es francés, masa brisse, y su traducción literal es quebradiza, crujiente. Es ideal para recetas, tanto dulces como saladas. Es importante que tenga un mínimo amasado para evitar así que se desarrolle el gluten y se vuelva una masa elástica dura antes de cocinarla y poco crujiente una vez horneada.
Hay tanta variedad de recetas como de cocineros que la preparan, siendo siempre la base común una cantidad de harina y la mitad de eso peso en mantequilla. Aunque es esta ocasión no la he hecho así, se le suele añadir azúcar cuando se prepara para recetas dulces, masa sucrée. En otros casos se incluye un huevo o una yema.
Podemos hacer un sinfín de recetas con esta base, todo tipo de quiches y tartaletas, tanto dulces como saladas. En este caso me sirvió para darle salida a esos plátanos que cuando ya están muy maduros nadie quiere comerse y, muchas veces acabamos tirando. Pero que os parecerían unas tartaletas rellenas de lemon curd (crema de limón) con fresas, o una quiche de verduras y queso de cabra… mmmm!!! El proceso de su elaboración es sumamente fácil, así que os animo a prepararla, es sólo cuestión de práctica.

Preparación de la masa quebrada

  1. Comenzamos preparando la masa quebrada. Para ello, en un bol amplio ponemos la harina, la mantequilla muy fría en trocitos y la sal. Con la punta de los dedos iremos integrando la mantequilla con la harina hasta que quede como migas tamaño guisante. Puede ser que queden trozos de mantequilla que no se hayan integrado totalmente, no os preocupéis, eso hará que la masa quede más crujiente.
  2. Es muy importante no “amasar”, la idea es sólo integrar la harina con la mantequilla, no queremos que la harina comience a desarrollar el gluten ni que la mantequilla se funda con el calor de las manos, por eso es necesario trabajar rápido.
  3. Añadimos el agua fría. Es recomendable no añadir toda el agua de una vez para no pasarnos. Probamos añadiendo las ¾ partes y viendo como resulta, si la masa queda muy seca y no nos permite formar una bola añadimos el resto.
  4. El agua hace la función de cemento para las migas que tenemos formadas, no esperéis encontraros con una masa tipo empanada, totalmente cohesionada, va a quedar una masa que se desmigaja con mucha facilidad.
  5. Compactamos las migas con el agua hasta formar dos bolas. Resulta un proceso un poco desconcertante ya que seguro que os parecerá que es imposible que ese montón se quede “pegado” en una bola con tan poca cantidad de agua, pero no desesperéis. Ayudaos con las palmas de las manos y trabajad las migas como cuando jugabais con arena casi seca en la playa haciendo bolas, esa fue la sensación que me quedó a mí.
  6. Envolvemos cada bola en film transparente y las dejamos reposar en la nevera unos 30 minutos.
  7. Si queréis ampliar la receta de la pasta quebrada os dejo este link donde se explica más ampliamente.

Preparación de la tarta

  1. Preparamos la pasta de chocolate para la decoración mezclando todos los ingredientes y reservamos. Este paso es totalmente opcional, así que, si no va a ir decorada nos saltamos el proceso.
  2. Preparamos el relleno troceando los plátanos, el chocolate y un poco las avellanas, para tenerlos a mano en el momento de necesitarlos. Reservamos.
  3. Pasado este tiempo de reposo de la masa quebrada, quitamos una de las bolas y la estiramos con la ayuda de un rodillo colocándola entre 2 papeles de hornear. La estiramos hasta conseguir una forma más bien redondeada, aunque depende del tipo de molde que vayáis a utilizar, y con un espesor de 0,5 cm.
  4. Cubrimos la base del molde con la masa estirada dejando que sobresalga por los bordes. En este momento colocaremos el relleno de la tarta, el plátano troceado y esparcimos el chocolate y las avellanas sobre él. Pintamos con agua los bordes para que cuando coloquemos la tapa quede pegada. Reservamos.
  5. Repetimos la operación de estirado con la otra bola de masa que tenemos en el frigo. Si la vamos a decorar este es el momento de hacerlo, antes de colocarla sobre la tarta. Para ello podemos usar una manga pastelera con la pasta de chocolate o extenderla sobre una plantilla o stencil. En el caso de emplear una plantilla, la colocamos sobre la masa estirada en la encimera, sujetándola firmemente y extendemos sobre ella la pasta de chocolate que teníamos reservada. Cubrimos todos los huecos de la plantilla con la pasta y retiramos el exceso para que quede una capa fina. Retiramos la plantilla con cuidado.
  6. Colocamos la tapa sobre la tarta que teníamos reservada y presionamos los bordes para sellar las dos capas de masa. Con la ayuda de un cuchillo cortamos el exceso de masa por los bordes y hacemos 2 orificios para que sirvan de chimeneas para la salida del vapor en el momento del horneado.
  7. Mientras se precalienta el horno a 170º guardamos la tarta en el congelador. Horneamos unos 25 minutos. Retiramos del horno y dejamos enfriar unos minutos. Os recomiendo que preparéis esta tarta en el mismo día en que vayáis a tomarla, puede servirse templada o fría, pero al dejarla de una día para otro la masa puede resultar un poco seca.

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